EL OTOÑO KLIMT

El otoño ha llegado y en la clase de dos años hemos querido acercar a los niños y niñas a la naturaleza, especialmente percibiendo y experimentando  dicha estación con todos sus sentidos. Para llevar a acabo esta actividad, pedimos la colaboración de las familias. Tenían que traer diferentes tipos de hojas secas que encontraran con la ayuda de los niños y niñas. Tras visualizar imágenes otoñales  y la famosa obra de Gustav Klimt , haber disfrutado de algunos cuentos, poesías y canciones y haber jugado con las hojas, manipularlas, olerlas, pintarlas... decidimos elaborar un precioso mural a partir de diversas técnicas plásticas: pintura, pegado, estampado, etc.

Ha sido todo un lujo estudiar este cuadro y hacer una réplica del mismo, ver sus caras mientras pintaban, con dorados, colores  metalizados, pegaban las hojas... ver sus miradas emocionadas y sorprendidas por el resultado, sus sonrisas y el deseo de mostrárselo a sus papás.
La obra la hemos realizado en unas cuatro sesiones donde progresivamente los niños han ido mejorando y completando el mural hasta obtener un maravilloso cuadro similar al de Klimt el cual hemos tenido siempre presente en la pantalla de nuestra clase.

ENGLISH

Los miércoles tenemos una sesión de inglés con una profesora nativa Rosana, en ella los niños cantan juegan y aprenden ingles de una manera lúdica y divertida. Aquí os dejamos unos vídeos con los que solemos trabajar.

VIDEOS DEL OTOÑO

Aquí tenéis varios de los videos que les ponemos a los niños en clase acerca del otoño


EL JUEGO SIMBÓLICO



El juego simbólico es una experiencia vital de la infancia que posibilita transformar, crear otros mundos, vivir otras vidas, jugar a ser otros, y así aprender a pensar como los otros, a sentir como los otros y, en definitiva, a saber que existen formas de pensar y sentir diferentes a la propia. La escuela es un lugar donde también se aprende a vivir, y el juego simbólico es un «espacio de ensayo» para el aprendizaje de la vida.


¿Recuerda cuando ha jugado a ser superhéroes, o ha dado de comer a su muñeca o se ha convertido en un valiente bombero que rescata del fuego a pequeñas muñecas? ¿Le parece familiar que su pequeña de dos años alimente y cuide a su muñeca que tiene fiebre? Se trata sin duda del juego simbólico.


Este tipo de juego se caracteriza porque los pequeños evocan situaciones ficticias como si estuvieran pasando realmente. De ahí que se convierten en personajes, y sus muñecos cobran vida a su gusto e imaginación.


El juego simbólico es la capacidad de simbolizar, es decir, crear situaciones mentales y combinar hechos reales con hechos imaginativos. Este tipo de juegos es muy importante, debido a que el lenguaje también está presente en ellos. Al curar la “herida” del oso de peluche, y tratar de aliviarlo diciéndole que todo va a estar bien, el niño estimula su lenguaje.


El juego simbólico pasa por diversas etapas de maduración. Es decir, comienzan el forma individual y progresivamente se transforma en un juego colectivo.


¿Por qué es importante?

 El juego simbólico es importante porque beneficia al niño en los siguientes puntos:

• Permite al niño representar situaciones mentales reales o ficticias.

• Favorece la comprensión y asimilación del entorno del niño.

• Desarrolla su lenguaje.

• Contribuye con su desarrollo emocional.

• Desarrolla su capacidad imaginativa.

• Permite en el futuro un juego colectivo y con reglas.

• Progresivamente, el juego va transformándose y asemejándose a la realidad.



 Es importante que los padres respeten pero no descuiden el juego que realizan sus hijos, pues a través de éste, el niño puede transmitir sus miedos, angustias, desahogos, entre otros. Recuerden que el juego simbólico es parte de un proceso del desarrollo del niño, y a través de él, va a permitirle asimilar el mundo que le rodea.



 Diana Buchelli Rodríguez



PSICOMOTRICIDAD Y RELAJACIÓN

Desde el principio de las clases se insiste mucho en la socialización del niño practicando juegos tanto en pequeños como en grandes grupos. Se usarán diversos materiales como medio de intercambio, comunicación, y cooperación; se utilizan aros, pelotas, cuerdas, picas, telas, pañuelos, bancos, zancos, colchonetas, mantas, cajas de cartón, bloques de goma-espuma, etc., y serán dirigidos por estímulos exteriores como la música.
Generalmente, las clases son divididas en tres etapas: el movimiento, la relajación y la expresión o representación.
1. En la primera etapa se emplean juegos relacionados con una música. Se juega con todo tipo de objetos empleando técnicas que haga moverse a los niños. Se investiga las innumeras utilizaciones de cada objeto, se impulsa las relaciones y la cooperación entre el grupo. El movimiento nunca es buscado como fin sino como medio.
2. En la segunda etapa se introducen técnicas de relajación. El niño busca un lugar cómodo para tumbarse, tranquilizarse y sentir la música.
3. En tercera y última etapa está relacionada con la expresión. Se intenta que el niño hable, opine y se exprese a través de diferentes lenguajes (verbal, representativo, plástico, etc.), sensaciones, vivencias y conceptos que ha experimentado durante la clase. El principal papel del educador es el de proponer objetos, situaciones, sonidos, etc., temas generales de búsqueda, dejando a los niños explorar ellos mismos todos esos elementos y saber esperar a que en sus búsquedas los niños los necesiten. Solamente en estas condiciones la expresión es auténtica, libre, espontánea, y es donde las actitudes de huída, inhibición, aprobación u oposición, etc., aparecen o desaparecen.